Al analizar la posición de América Latina en cuanto a la transformación digital evidenciamos que los servicios IT cumplieron un rol fundamental durante el tiempo en que el COVID-19 obligó al mundo a asilarse. Al facilitar el acceso a diversos servicios en materia de salud, educación y gobierno e incluso permitió que millones de compañías de todos los sectores económicos pudieran continuar con su funcionamiento, las soluciones tecnológicas dieron un gran salto hacia el futuro y al mismo tiempo aumentaron la demanda de espacio y capacidad de infraestructuras como la de los data centers.
Sin embargo, la pandemia también dejó ver la brecha digital que hay en distintas regiones, incluida América Latina. De acuerdo con un informe realizado en 2020 por la Cepal sobre la transformación digital en la región, hay un punto importante y una diferencia a la hora de hablar de las zonas rurales y urbanas, pues la entidad afirma que la brecha de usuarios de Internet entre el área urbana y rural es significativa en la mayoría de los países. En promedio, esta diferencia alcanza los 25 puntos porcentuales, y en algunos países llega a los 40 puntos porcentuales.
No obstante, es claro que la transformación digital en la región avanza rápidamente, pero para ello es necesario adoptar varias medidas o cambios para ir de la mano de esta transformación. Un informe de la Ocde y Naciones Unidas señala que es necesario abordar las brechas digitales y que los gobiernos sean enfáticos en ello para que los beneficios de esta transformación lleguen a todas las regiones, zonas, ciudades, grupos poblacionales y demás.
En un momento en que los países de América Latina y el Caribe se están caracterizando por una brecha de productividad elevada y creciente en comparación con las economías desarrolladas y los países potencia, las nuevas tecnologías y la transformación digital se convierten en el factor ‘indispensable’ de una región para impulsar el aumento de la productividad sobre todo para las pequeñas empresas que por la pandemia se están quedando estancadas.
La Ocde señala que estas herramientas digitales están desencadenando innovaciones en los modelos de negocio y los sistemas de producción, la reorganización de los sectores económicos, nuevas dinámicas en el mundo del trabajo, la oferta de bienes y servicios inteligentes y nuevas condiciones de competitividad, es por esto que la transformación digital debe partir desde la capacitación en términos de mano de obra calificada, uso de estas nuevas tecnologías en todos los sectores de la población y desde la apropiación de una cultura de pensamiento digital.
Colombia, es un país que impulsa fuertemente la economía digital en la región, además de ser considerado como el cuarto mercado de las de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -TIC-, más importante de América Latina.
De acuerdo al reporte de uso de datos de Hootsuite (plataforma mundial de gestión de redes sociales), Colombia figura entre los 3 países que más navega en internet con 10:06 horas diarias, mientras que el promedio mundial está en 6:54 horas, es el cuarto país que más consume streaming de TV con un 86.1% después de México, Argentina y Brasil que lideran el ranking en éste aspecto; sin olvidar que Colombia es el segundo país del mundo donde más tiempo dedican las personas a navegar las redes sociales con 03:45 horas diarias, sólo precedido por Filipinas.

Fuente: Digital 2021 Global Overview Report, Hootsuite
Todo este consumo de datos, requiere una gran infraestructura y equipos de última tecnología para alojar y procesar toda la información que por ejemplo que puede generar el uso de una plataforma de streaming; en Colombia se encuentran soluciones de este tipo como Data centers basados en modelos de borde (edge) para garantizar factores como bajos niveles de latencia, disponibilidad de conexión redundancia energética y seguridad física y virtual para estos mercados compuestos no solo por las compañías de contenidos audiovisuales sino también por verticales como Fintech, salud, agroindustria, combustibles, energía y telecomunicaciones, logística, gobierno, marketing digital, realidad virtual y aumentada, negocios y big data entre otros.
Incluso, la Federación Colombiana de la Industria de Software y TI (Fedesoft) indican que la Industria TIC representa el 1.7 % del PIB, con un crecimiento anual de 3.4 % respecto de 2019.
Muestra de ello es que según datos de la Andi, después del inicio de la pandemia, el 60 % de las empresas cuenta con una estrategia de transformación digital, mientras que, en el 2016, ese porcentaje se ubicaba en un 25 %, lo que deja ver un incremento y un esfuerzo por la adopción de nuevas tecnologías que impulsan el desarrollo y la competitividad de la región.
De cierto modo América Latina avanza a pasos agigantados en materia de transformación digital, pero necesita de un escenario adecuado con todas las herramientas disponibles para lograr una mayor competitividad, por ejemplo, el Grupo ZFB ha desarrollado 6 centros de datos en la última década; completando más de 6.000 m2 de área blanca que alojan los equipos TI de grandes compañías nacionales e internacionales y ahora presenta su construcción más reciente, Zetta Data Center Complex cuyo diseño y construcción fueron realizados para un crecimiento modular que responda de manera flexible a las necesidades de sus usuarios (capacidad energética y espacio disponible) aportando la base para la implementación de estas nuevas tecnologías entrantes.